10.22.2014

Aunque no podría



Aunque no podría asegurarlo, me parece que hay una persona al final de esta calle.
Esa persona tiene en las manos algo como un trombón, pero quizás sea una escoba, o sólo un palo. Tiene también un sombrero de copa con algunas plumas de adorno.
Está amaneciendo y hay un resplandor rojizo que me encandila y me hace pensar que veo cosas que no están allí. Por la calle va cruzando, de una acera a otra, un gato gris,  pequeño y ágil. Las casas lucen lavadas, como si acabara de llover y siento la misma inquietud que cuando era pequeña y llegaba la primavera. Todo estaba perfumado por las flores de los paraísos, un sol brillante ponía fin a la tristeza y a las enfermedades, al cansancio y a la muerte.
En este momento se acaba la noche, se me cierran los párpados y tengo frío. A pesar de todo, estoy sonriendo y saludo al hombre del trombón.

-           Disculpe, ¿no llevaba usted una corbata verde ayer?
-           No sería yo.
-           Sin duda lo era, lo reconozco por las plumas en el sombrero.
-           De estas palomas las hay por miles en los techos de las iglesias.
-           ¿Vive usted en la iglesia? ¿Será un santo? ¿Puede hacer que las cosas sean diferentes?
-           Las cosas ya son diferentes a cada momento.
-           Bueno. Entonces, podemos empezar.
-           Empecemos, pues.









ALTHOUGH I'M NOT CERTAIN


Although I'm not certain, there seems to be a person standing at the end of this street.

That person holds in his hands something like a trombone, but it could be a broom, or merely a stick. He also wears a top hat adorned with several feathers.

The sun is coming up and there's a red gleam that dazzles me and makes me think I'm seeing things that aren't there. Crossing the street, from one sidewalk to another, is a small, grey, agile cat. The houses look liked they've been washed, as though it had just rained and I feel the same anxiety from when I was a child and spring would arrive. Everything was perfumed by chinaberries, a sparkling sun put an end to sadness, to all illnesses, to exhaustion and to death.

This is when the night ends, my eyelids close and I'm cold. Despite everything, I am smiling and I greet the man with the trombone.


"Excuse me, weren't you wearing a green tie yesterday?"
"That wasn't me."
"I'm sure it was, I recognize you from the feathers in your hat."
"There are thousands of these pigeons all over the church rooftops."
"Do you live in a church? Are you a saint? Can you make everything different?"
"Things are already different at each moment."
"Well, then. We can begin."
"Yes, let's begin."



Trad. Guillermo Parra
www.venepoetics.blogspot.com





No hay comentarios:

Publicar un comentario